Proceso creativo
Para poder crear cualquier obra, cada artista tiene que pasar por su propio proceso creativo, el cual es muy único y personal, por eso es difícil de explicar o definir con exactitud qué es el proceso creativo, puesto que no es algo pautado o lineal, sino que cada cual sigue los pasos que más le convienen o que piensa que serán más eficientes. Además, cada producto necesita un proceso creativo diferente. Si quieres crear, por ejemplo, un electrodoméstico, comenzarás planteándote qué tipo de problema quieres que solucione o qué tipo de ayuda quieres que dé, mientras que si quieres crear una historia, tendrás que empezar pensando un argumento e historia a seguir.
En nuestro caso, el manga, tenemos que seguir una serie de pautas básicas que podrán ayudarnos a estructurar nuestro trabajo y organizarnos mucho mejor.
Primeramente, y como todos habremos supuesto, es necesario empezar a pensar una idea, un argumento que pueda dar vida a nuestra historia. Parece una cosa fácil pero, de hecho, necesita tiempo para nacer. El artista puede cambiar de idea decenas de veces hasta quedarse con una historia fija, ya sea porque cree que es aburrida, porque ya lo ha visto en otras obras o simplemente porque hay algo que no le acaba de convencer. Al final, cuando nos hayamos decidido por un argumento, quizás nos habrá quedado una historia un poco desordenada, de forma que lo más recomendable es que el autor haga una sinopsis de la historia, es decir, una narración extensa y detallada de la historia en concreto. Hay que decir que a la hora de escribir una historia para un cómic hay que seguir los consejos de la escritura dramática: para crear una historia interesante y consistente, hace falta que tenga un planteamiento, nudo y desenlace coherentes, además de personajes que tengan conflictos y objetivos que los hagan crecer y desarrollarse como individuos.
Cuando pensamos que tenemos claro lo que queremos, hay que empezar a hacer un borrador del guion, que nos permite hacer una introducción de los diálogos de la obra. Esto supone un gran reto para el autor, puesto que a través de los diálogos conocemos las intenciones, pensamientos y sentimientos de los personajes, y este tiene que reflejar muy bien lo que se quiere expresar en cada momento. Una vez este borrador ha sido revisado, criticado, corregido y aprobado, llegaremos al guion literario definitivo, puesto que después habrá que adaptar este guion a las viñetas que se quieran dibujar.
A la hora de crear el guion, hay que tener en cuenta una cosa muy importante: en los cómics, la historia se desarrolla en el espacio, es decir no hablamos de minutos o de horas, hablamos de páginas y viñetas, por lo tanto el guionista tiene que secuenciar y planificar la historia de forma visual. Antes de nada hay que tener claro el formato del cómic, empezando por las páginas. Si decides un número de páginas, por ejemplo 30, no puedes ni pasarte ni quedarte corto, son 30 páginas sin excepciones ni imprevistos, y hay que estructurar las viñetas de forma que todas las páginas queden equilibradas entre ellas. Existen diferentes tipos de formatos:
-La viñeta. Es el formato más pequeño de todos y seguramente el más complicado, ya que requiere una gran capacidad de síntesis para hacer que toda una historia o mensaje sea entendido a través de una sola viñeta.
-La tira. Nos permite explicar una historia con 3 o 4 viñetas que forman una tira de izquierda a derecha. Nos da la oportunidad de crear secuencialidad y nos encontramos con la representación de un principio, un nudo y un desenlace.
-Página. Se tratan de historias que empiezan y acaban en una sola página, con las secuencias organizadas en un número de viñetas que puede variar dependiendo del autor.
-Comic Book. Es un formato americano de 24 páginas de entre 4 y 5 viñetas por página.
-Formato franco-belga. Formato que contiene entre 46 y 52 páginas con 11 viñetas cada una aproximadamente, las cuales se reparten en 4 hileras.
-Novela gráfica. Con 200 o más páginas que, normalmente, tienen un contenido dirigido a los adultos. Tiene alrededor de 6 viñetas por página.
Y finalmente, pero no menos importante:
-El manga. Formato de cómic japonés con una medida de página más pequeña que contiene entre 4 y 5 viñetas.
En nuestro caso, utilizaremos el formato manga. Bien, llegados a este punto, lo que tenemos que hacer es coger nuestra sinopsis y adaptarla a las páginas y las viñetas. Esto se llama escaleta y sirve para estructurar la historia en el formato escogido. Hay que saber qué queremos colocar en cada viñeta, qué pasa a la derecha, qué a la izquierda, qué arriba, qué abajo…Cada detalle, momento y posición es importante para darle orden y realismo a la historia. Un truco típico utilizado por muchos artistas y guionistas es hacer uso de cliffhangers (efecto que normalmente deja a los personajes en situaciones difíciles o inciertas) al hacer cambios de página, de forma que el lector siga interesado en la obra y siga leyendo.
A la hora de empezar a distribuir y dibujar hay que tener en cuenta muchas cosas, como la disposición de los personajes en el cuadro, los ángulos con los que vemos la escena (picado, contrapicado…), los planos, etcétera. También hay que prestar atención a los textos y a su orden para facilitar la lectura. Además, los cómics tienen un lenguaje propio que permite a los lectores diferenciar ciertas situaciones y contextos. Este es el caso del uso de diferentes tipos de globos de diálogo o el uso de onomatopeyas. Así es como surge un storyboard, o dicho de otro modo, un esbozo de toda la página dibujada.
Una vez tengamos clarísimo el guion y cómo queremos dibujar las páginas, es conveniente empezar a crear una plantilla de viñetas con las medidas que queramos usar. Hecho esto, empezamos a dibujar con lápiz o, como hace mucha gente, con minas de color azul o rojo para que, si hay la intención de digitalizar el dibujo, se pueda entintar la página y después eliminar los rastros de mina mediante programas como por ejemplo Photoshop.
Lo primero que hay que dibujar son los esqueletos de los personajes, seguidos de rostros, ropa y otros detalles. El siguiente paso es entintar el dibujo, cosa que podemos hacer con una pluma, estilográficos, rotuladores, etcétera…¡El mejor método es el que más fácil le resulte al artista! Hay que tener en cuenta detalles como los márgenes de las viñetas y el grueso del trazo porque este puede jugar un papel importante en cuanto a relevancia de objetos en la viñeta o la profundidad. Al tener esto, escaneamos nuestra página y lo editamos con programas informáticos, como el ya comentado Photoshop. Este paso final nos permite modificar tonos, iluminación, retoques…Hasta que conseguimos el resultado que queramos. Finalmente, cuando tenemos el dibujo pulcro, añadimos el texto a su lugar correspondiente.
Todo lo que hemos explicado hasta ahora es un esquema muy básico de por dónde tendría que ir más o menos el proceso creativo al crear un manga, pero como hemos dicho al principio, cada cual tiene su propia manera de trabajar y su estilo único y persona. Por eso cada artista seguirá una ruta diferente para crear su obra o producto, al fin y al cabo, lo que realmente cuenta es conseguir nuestro objetivo, disfrutar el proceso y crear una obra con la máxima calidad posible.
En nuestro caso, el manga, tenemos que seguir una serie de pautas básicas que podrán ayudarnos a estructurar nuestro trabajo y organizarnos mucho mejor.
Primeramente, y como todos habremos supuesto, es necesario empezar a pensar una idea, un argumento que pueda dar vida a nuestra historia. Parece una cosa fácil pero, de hecho, necesita tiempo para nacer. El artista puede cambiar de idea decenas de veces hasta quedarse con una historia fija, ya sea porque cree que es aburrida, porque ya lo ha visto en otras obras o simplemente porque hay algo que no le acaba de convencer. Al final, cuando nos hayamos decidido por un argumento, quizás nos habrá quedado una historia un poco desordenada, de forma que lo más recomendable es que el autor haga una sinopsis de la historia, es decir, una narración extensa y detallada de la historia en concreto. Hay que decir que a la hora de escribir una historia para un cómic hay que seguir los consejos de la escritura dramática: para crear una historia interesante y consistente, hace falta que tenga un planteamiento, nudo y desenlace coherentes, además de personajes que tengan conflictos y objetivos que los hagan crecer y desarrollarse como individuos.
Cuando pensamos que tenemos claro lo que queremos, hay que empezar a hacer un borrador del guion, que nos permite hacer una introducción de los diálogos de la obra. Esto supone un gran reto para el autor, puesto que a través de los diálogos conocemos las intenciones, pensamientos y sentimientos de los personajes, y este tiene que reflejar muy bien lo que se quiere expresar en cada momento. Una vez este borrador ha sido revisado, criticado, corregido y aprobado, llegaremos al guion literario definitivo, puesto que después habrá que adaptar este guion a las viñetas que se quieran dibujar.
A la hora de crear el guion, hay que tener en cuenta una cosa muy importante: en los cómics, la historia se desarrolla en el espacio, es decir no hablamos de minutos o de horas, hablamos de páginas y viñetas, por lo tanto el guionista tiene que secuenciar y planificar la historia de forma visual. Antes de nada hay que tener claro el formato del cómic, empezando por las páginas. Si decides un número de páginas, por ejemplo 30, no puedes ni pasarte ni quedarte corto, son 30 páginas sin excepciones ni imprevistos, y hay que estructurar las viñetas de forma que todas las páginas queden equilibradas entre ellas. Existen diferentes tipos de formatos:
-La viñeta. Es el formato más pequeño de todos y seguramente el más complicado, ya que requiere una gran capacidad de síntesis para hacer que toda una historia o mensaje sea entendido a través de una sola viñeta.
-La tira. Nos permite explicar una historia con 3 o 4 viñetas que forman una tira de izquierda a derecha. Nos da la oportunidad de crear secuencialidad y nos encontramos con la representación de un principio, un nudo y un desenlace.
-Página. Se tratan de historias que empiezan y acaban en una sola página, con las secuencias organizadas en un número de viñetas que puede variar dependiendo del autor.
-Comic Book. Es un formato americano de 24 páginas de entre 4 y 5 viñetas por página.
-Formato franco-belga. Formato que contiene entre 46 y 52 páginas con 11 viñetas cada una aproximadamente, las cuales se reparten en 4 hileras.
-Novela gráfica. Con 200 o más páginas que, normalmente, tienen un contenido dirigido a los adultos. Tiene alrededor de 6 viñetas por página.
Y finalmente, pero no menos importante:
-El manga. Formato de cómic japonés con una medida de página más pequeña que contiene entre 4 y 5 viñetas.
En nuestro caso, utilizaremos el formato manga. Bien, llegados a este punto, lo que tenemos que hacer es coger nuestra sinopsis y adaptarla a las páginas y las viñetas. Esto se llama escaleta y sirve para estructurar la historia en el formato escogido. Hay que saber qué queremos colocar en cada viñeta, qué pasa a la derecha, qué a la izquierda, qué arriba, qué abajo…Cada detalle, momento y posición es importante para darle orden y realismo a la historia. Un truco típico utilizado por muchos artistas y guionistas es hacer uso de cliffhangers (efecto que normalmente deja a los personajes en situaciones difíciles o inciertas) al hacer cambios de página, de forma que el lector siga interesado en la obra y siga leyendo.
A la hora de empezar a distribuir y dibujar hay que tener en cuenta muchas cosas, como la disposición de los personajes en el cuadro, los ángulos con los que vemos la escena (picado, contrapicado…), los planos, etcétera. También hay que prestar atención a los textos y a su orden para facilitar la lectura. Además, los cómics tienen un lenguaje propio que permite a los lectores diferenciar ciertas situaciones y contextos. Este es el caso del uso de diferentes tipos de globos de diálogo o el uso de onomatopeyas. Así es como surge un storyboard, o dicho de otro modo, un esbozo de toda la página dibujada.
Una vez tengamos clarísimo el guion y cómo queremos dibujar las páginas, es conveniente empezar a crear una plantilla de viñetas con las medidas que queramos usar. Hecho esto, empezamos a dibujar con lápiz o, como hace mucha gente, con minas de color azul o rojo para que, si hay la intención de digitalizar el dibujo, se pueda entintar la página y después eliminar los rastros de mina mediante programas como por ejemplo Photoshop.
Lo primero que hay que dibujar son los esqueletos de los personajes, seguidos de rostros, ropa y otros detalles. El siguiente paso es entintar el dibujo, cosa que podemos hacer con una pluma, estilográficos, rotuladores, etcétera…¡El mejor método es el que más fácil le resulte al artista! Hay que tener en cuenta detalles como los márgenes de las viñetas y el grueso del trazo porque este puede jugar un papel importante en cuanto a relevancia de objetos en la viñeta o la profundidad. Al tener esto, escaneamos nuestra página y lo editamos con programas informáticos, como el ya comentado Photoshop. Este paso final nos permite modificar tonos, iluminación, retoques…Hasta que conseguimos el resultado que queramos. Finalmente, cuando tenemos el dibujo pulcro, añadimos el texto a su lugar correspondiente.
Todo lo que hemos explicado hasta ahora es un esquema muy básico de por dónde tendría que ir más o menos el proceso creativo al crear un manga, pero como hemos dicho al principio, cada cual tiene su propia manera de trabajar y su estilo único y persona. Por eso cada artista seguirá una ruta diferente para crear su obra o producto, al fin y al cabo, lo que realmente cuenta es conseguir nuestro objetivo, disfrutar el proceso y crear una obra con la máxima calidad posible.
Fuentes
- Anime Amino [recurso electrónico] Proceso para dibujar manga [Consulta 3 de noviembre de 2018]. Disponible en: https://aminoapps.com/c/anime-es/page/blog/proceso-de-dibujo-manga-drawingmc/eYKc_3uXQPBxRgqEndgWbgZGmYRb04X
- Sutori [recurso electrónico] Proceso para crear un manga [Consulta 3 de noviembre de 2018]. Disponible en: http://www.sutorimanga.com/2011/11/proceso-para-crear-un-manga.html
- L'Atelier Canson [recurso electrónico] Dibujar un manga en 6 etapas [Consulta 3 de noviembre de 2018]. Disponible en: https://www.lateliercanson.es/dibujar-un-manga-en-6-etapas
- Innocreatividad [recurso electrónico] Fases del proceso creativo [Consulta 3 de noviembre de 2018]. Disponible en: https://innocreatividad.com/2012/09/27/fases-del-proceso-creativo/